Mi día
comienza sobre las 6.30 de la mañana, recojo mi cuarto bártulos incluidas mis
mantas y los cuatro cartones que he utilizado de colchón, los cuales tiro en un
contenedor de cartones que está ubicado a pocos metro de donde duermo, y es que
hay que ser limpio porque de lo contrario los vecinos del barrio se enfadan y
si dejas todo echo un asco luego vienen las quejas y entonces llaman a la poli,
y se acabó lo que se daba.
Después
de haber recogido todo, me dirijo por la calle de Fuencarral hacia la zona de
Tribunal mirando por las papeleras y recogiendo pavas (colillas para tener algo
que fumar), allí hago mi primera recolecta del día que consiste en
recoger los restos de botellón de la noche anterior, allí me encuentro de todo,
(lingotazos hasta arriba, latas de cerveza y hasta botellas medias o incluso
enteras.
Los
barrenderos de la zona que ya me conocen me regalan botes de cerveza que se
encuentran, y es que como uno ya es de la familia pues tienen algún detallito
que otro.
Sobre las
8.15 me acerco por la calle Hortaleza para adentrarme por el barrio de Chueca,
bajo por la calle Gravina encontrándome latas de cerveza que voy guardando por
que el día es muy largo y hay que tener reservas para poder ir tirando durante
todo el día, recorro la plaza de Chueca la cual está todavía pero que la calle
de Barcelo aquí parece que a caído una bomba nuclear, las calles están llenas
de cubos de basura tirados por los suelos y en las esquinas y entre los coches
aparecen restos de vomitonas, de los que no han podido aguantar más y han
tenido que echar hasta la primera papilla que les dieron sus santas madres.
Sobre las
8.30 vuelvo a pasar por la calle Barceló habiendo pasado antes por la plaza de
Alonso Martínez (la cual algunas noches suelo utilizar como suite, porque el
que vive en la calle no tiene sitio fijo, y utiliza cualquier banco para
descansar los cansados y molidos huesos de nuestros cansados cuerpos.
Desde
aquí me dirijo por la calle Fuencarral y aunque ya han pasado los servicios de
limpieza (barrenderos) todavía me encuentra algunas latas de cerveza por la
zona por donde suelen para los transexuales, la mañana no se está dando mal me
abre encontrado como una seis latas de cerveza otros tantos pelotazos y media
botella de ron NEGRITA que llevo metida en una bolsa, el colocón empieza a
notarse pero y aunque un poco contentillo sigo mi recorrido.
Sobre las
9.00 llego hasta Gran Vía donde recojo mi periódico gratuito(20Minutos) y bajo
por Gran Vía hasta la plaza de Callo, donde bajo por la calle de Preciados
hasta llegar a la Puerta del Sol, aquí todavía quedan guiris que están montando
bulla, y aunque ya quedan pocos los que quedan son los más peligrosos ya que,
con los efectos del alcohol se vuelven bastante agresivos y hay que tener mucho
cuidado con no dar con alguno que este demasiado pasado de rosca y te pueda
fastidiar el día.
Me doy un
voltio por la zona de la Plaza Mayor donde la po9licia Municipal ya a echado a
los indigentes que duermen allí y los barrenderos limpian con agua a presión y
jabón los restos de la noche.
Sobre las
9.45 me vuelvo para mis cuarteles generales que están ubicados por la zona de
Gta de Quevedo, subo por la calle de Valverde hasta la plaza de San Ildefonso
donde allí en una fuente me lavo un poco ya que las manos las llevo negras a
causa de estar recogiendo pavas (colillas) de las papeleras, me dirijo hacia la
glorieta de Bilbao para desde esta tomar dirección por la calle Sagasta
hasta un pequeño convento en donde una monjitas muy simpáticas dan
desayunos, no es que sean un gran banquete pero un cafetito un bollo y un
pequeño bocadillo hacen que el cuerpo entre un poco en calor y asi poder
descansar durante unos minutos, ya que el día es muy largo y todavía me quedan
muchos kilómetros que recorrer.
Sobre las
10.30 empiezo mi recorrido habitual, que consiste en ir desde la Gta de Quevedo
, subiendo por la calle de Eloy Gonzalo hasta la Gta de iglesias subiendo
por la calle de Santa Engracia hasta la zona de canal y bajando hasta la
calle de Bravo Murillo por la cual bajo hasta la Gta de Quevedo y vuelta a
empezar, los vecinos ya me conocen, y en algunos edificios de oficinas en donde
suelo mirar en sus cenicero los vigilantes de seguridad me dan de vez en cuan
do algún que otro cigarrillo el cual me sabe a gloria, ya que estar todo el día
fumando pavas(colillas ) cansa.
Sobre las
18.30 me dirijo hacia mi oficina que así es como yo llamo al banco en el
que me suelo sentar en la calle de Fuencarral, muy cerca de la Gta de
Quevedo y allí estoy tranquilamente sentado tomándome algún litrillo de
cerveza (eso si escondido dentro de una bolsa de plástico para que la poli no
me diga nada), enfrente del banco hay una inmobiliaria y los vendedores cuando
salen a fumar me dan tabaco o me regalan mecheros( es lo bueno que tiene el no
meterte en líos y llevarte bien con los vecinos del barrio) muchos de los
viandantes que pasan a pesar de que yo no pido, me compran sabrosos bocadillos
de jamón, que compran en una tienda de delicatesen que está a unos pocos metros
del banco en donde estoy sentado y allí estoy hasta la hora de irme
a dormir tranquilamente sentado sin meterme con nadie y sobre las 22.30 me voy
hacia mi pequeño apartamento como yo le llamo a la entrada de la sucursal
bancaria en donde suelo dormir y allí preparo mis bártulos para pasar la noche
hasta el nuevo día, y esperando que ningún descerebrado pasado de copas venga y
me fastidie la noche
BUBÚ
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