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En este blog, voy a dar a conocer desde un punto de vista totalmente imparcial,la voz de los mas débiles todos aquellos a los que la vida por ciertas circunstancias a llevado a tener que hacer de la calle su casa, después de haber tenido una vida completamente normal, estas personas tienen que sobrevivir de lo que la calle les da, con sus riesgos y sus peligros
lunes, 21 de diciembre de 2015
Un vagabundo gana 457.000 euros con un rasca y gana
Se dice que la navidad hace milagros, pues que se lo digan a este indigente que el pasado viernes fue agraciado con un premio en la lotería de 4570.000€, y es que habeces los milagros ocurren, muy de tarde en tarde pero aparecen y sino que se lo digan a este indigente, que tuvo la feliz idea de invertir los 10 dolares que le habían dado en la puerta de la iglesia en donde suele pedir y en vez de ir a gastárselos en vino barato tuvo la genial idea de comprar un billete de lotería, el cual a sido premiado con unos 450.000€,
y es que en los tiempos en los que vivimos parece ser que todavía persisten y como si de un cuento se tratase han ido a parar a un indigente que mal vivía en las calles
A Michael Engfors la suerte nunca le había sonreído. Perdió el negocio al que había dedicado su vida, cayó en el alcoholismo, se divorció y acabó sin un techo donde dormir, viviendo como un indigente durante más de seis años.
No sospechaba que toda la suerte le iba a sobrevenir de golpe. Su vida cambió drástica mente un viernes como cualquier otro. Engfords, de 60 años, decidió comprar un billete de lotería de «Rasca y gana» en la localidad de Aspen, en Colorado, y, tras descubrir la primera casilla que había elegido, fue consciente de que había ganado súbitamente 500.000 dólares (unos 450.000 euros), según informó el canal Fox 8.
«No creo que él se ande gastando 10 dólares al día en un billete de lotería, pero justo ese día lo hizo, y valió la pena», afirma Jeremy Kowalis, del refugio para personas sin hogar de Aspen.
Después de verificar que el premio era real en una gasolinera, Engfords hizo algo inesperado para alguien que había pasado de la noche a la mañana de la indigencia a la vida acomodada: se acercó a la Iglesia Católica de Saint Mary y pasó todo ese fin de semana durmiendo en el suelo. Finalmente, acabó compartiendo cómo había cambiado su suerte con un pequeño grupo de personas en su misma situación.
Engfors tuvo muy claro cuál era su objetivo inmediato ahora que tenía ese sustento imprevisto: encontrar a su hija, a la que no había visto en 20 años, y volver a tener contacto con ella. Su plan era comprar un billete de avión allí donde estuviera su hija para ir a visitarla.
«De toda la gente, especialmente en Aspen, que podría haber ganado medio millón de dólares, no podría haber nadie mejor que quien utiliza un refugio de personas sin hogar», afirmó Kowalis. «Michael nunca se rindió. Sabía que si seguía luchando, al final su suerte acabaría cambiando».
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