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En este blog, voy a dar a conocer desde un punto de vista totalmente imparcial,la voz de los mas débiles todos aquellos a los que la vida por ciertas circunstancias a llevado a tener que hacer de la calle su casa, después de haber tenido una vida completamente normal, estas personas tienen que sobrevivir de lo que la calle les da, con sus riesgos y sus peligros
lunes, 4 de enero de 2016
Apalean a un 'sin techo' por negarse a cambiar la cadena de radio que oía
Varios jóvenes, alrededor de una quincena, le exigieron que pusiera 'reggaeton'
Tras negarse, le propinaron una brutal paliza que obligó a hospitalizarlo
La Policía detiene a dos agresores, de 20 y 23 años, e identifica a varios menores
Se llama Marcos Gallardo Vallecillos y hasta ayer su nombre decía poco en el populoso barrio granadino de La Chana. "Vivo en la calle porque quiero", dice sobre su peripecia personal y rehúsa entrar en más detalles. Un indigente que en el Paseo de la Encina, donde extiende su colchón noche tras noche desde hace medio año para dormir al raso, vivió su noche más amarga. Eran las once de la noche del lunes y atacaba el bocadillo que sería su cena mientras, tumbado en la esquina del parterre que ha convertido en su 'vivienda' escuchaba en la radio un programa de rock.
Es entonces cuando irrumpe un grupo de jóvenes. Muy jóvenes, adolescentes, hablan de más de quince -algunos dicen que extranjeros-, fuentes policiales apuntan a una docena: "Me dijeron que pusiera 'reggaeton', que quitase esa música". En el relato de Marcos su respuesta fue pacífica: "Les dije que me dejasen en paz". No hizo falta más: "Se abalanzaron sobre mí, me pegaron, me daban patadas, me escupían... lanzaron una botella...".
Vecinos de la zona corroboran la versión: Rosalba es una latinoamericana que cuida a una anciana en una vivienda frente al lugar del suceso. "Yo no sé qué le dijeron ni escuché qué les dijo, pero el caso es que se tiraron contra él a puños y puntapiés". Según Rosalba, aunque el grupo era numeroso los que pegaban "eran tres o cuatro".
"Me tiraron al suelo", continúa Marcos, "y cuando intenté levantarme estaba medio ciego de un ojo y me volví a caer". Pedía a gritos que alguien llamase a la Policía y un vecino lo hizo. Pero mientras llegaban los agentes la víctima corrió en dirección a la fuente cercana donde cumple cada mañana su aseo personal. Fue inútil: "Lo persiguieron y lo alcanzaron ahí", continúa Rosalba, "lo tiraron contra el suelo, lo pateaban, oí que uno decía 'en la cabeza, dale en la cabeza'... y fue entonces que una vecina salió con un palo y los puso a correr".
Entonces acabó la agresión y los jóvenes huyeron cuando los destellos de las sirenas empezaban a hacerse visibles y audibles. Llegó la Policía a tiempo de retener a alguno de los agresores, que eran menores de edad y no habían participado directamente en la agresión. Y también, los equipos sanitarios. Una cura de urgencia y al hospital, donde ha estado en observación en el servicio de Urgencias del Hospital de Traumatología por traumatismo y contusiones hasta recibir el alta a las 10.15 de esta mañana de martes. Entonces regresó al paseo que ha hecho su hogar desde poco después del comienzo de este año, según atestiguan sus vecinos, "aunque había estado aquí hace tiempo, algunos años". Y es cierto que todos lo conocen por su nombre: una señora que desconocía la agresión y prefiere no dar su nombre se horroriza ante los periodistas, porque "es una buena persona" que trabajó por un tiempo en el 'drugstore' ubicado frente al jardincillo donde duerme al raso. Unos dicen que es de Sevilla; otros, de Cádiz... De sus circunstancias personales, Marcos -huidizo- prefiere no hablar.
La Policía, entretanto, tejía su investigación sobre los agresores, que le llevó a detener pocas horas después a dos individuos de 20 y 23 años, e identificar, al menos, a tres menores de edad que presuntamente estuvieron involucrados en la agresión. Marcos presentará denuncia contra sus agresores "en cuanto me encuentre en buenas condiciones".
Al parecer, alguno de los jóvenes solían insultar al vagabundo y molestaban a los perros que le acompañan en el rincón donde Marcos extiende un colchón que humildemente acompaña con enseres que vecinos depositan en la basura. Esta mañana aparecieron solitarios, pues hasta sus perros habían desaparecido. Esta habitación al aire libre había suscitado quejas de algunos vecinos a la Policía Local. Pero, también, había vecinos que le llevaban a diario comida, "un trozo de pan y algún alimento nunca le faltaba", relatan
Asi es como dejaron a este pobre hombre cuatro desgraciados descerebrados por que el hombre se negó a cambia de emisora de música que estaba escuchando en ese momento una emisora de radio que emitía en ese momento música rok, ya que estos niñatos descerebrados, ademas de retrasados mentales el tipo de música que ellos querían escuchar era de hip hop y como la victima se negó a cambiar de emisora le asestaron una paliza que llevo a este pobre hombre ha estar ingresado varios días en un centro hospitalario .
Pero que es lo que esta ocurriendo en este país es que ya no existe la libertad de expresión, es que cuatro niñatos hijos de papá y de mamá nos van a decir que música debemos de escuchar o que clase de libros o periódicos debemos de leer las personas que por desgracia tenemos que mal vivir en la calle, o de lo contrario estamos expuestos a que se rían, se orinen encima de nosotros y encima nos den una paliza de muerte.
A que están esperando tanto politicastro de tres al cuarto como jueces y fiscales para imponer severas penas a esto desgraciados malnacidos, es que por vivir en la calle y ser indigente ya no tienes derechos, ni tan siquiera escuchar la emisora de radio que te venga en gana, es que vamos a dejar que niñatos nos digan lo que tenemos que hacer o como tenemos que ir vestidos, esto en mis tiempos se le llamaba dictadura en donde sino hacias lo que te ordenaban te molian a palos.
BUBÚ
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