Dos gorrillas azotan y apuñalan a otro por "invadir" su zona de aparcamiento

Lo tiraron al suelo a golpes de cadena metálica y luego lo acuchillaron por la espalda junto a La Fe TERESA DOMÍNGUEZ | VALENCIA Un joven senegalés de 30 años que ayudaba a aparcar coches en el área de urgencias del Hospital La Fe de Valencia tuvo que ser llevado al servicio de emergencias de ese centro por agentes de la Policía Nacional después de la brutal agresión sufrida a manos de otros dos «gorrillas» que le acusaban de haberse apropiado de su zona de control de estacionamientos. La brutal agresión, que no fue a más gracias a que una usuaria del hospital alertó al 091 desde su móvil, se produjo sobre las cinco de la tarde del miércoles y los presuntos agresores fueron apresados apenas unos minutos después.

un gorrilla indicando aun conductor donde aparca

La testigo llamó alertando de que dos hombres, aparentemente «gorrillas», estaban agrediendo brutalmente a otro con una gruesa cadena metálica, que lo tenían arrinconado en el suelo y que además estaban intentando apuñalarlo. Varias patrullas de la Policía Nacional acudieron de inmediato al lugar, lo que puso en fuga a los presuntos asaltante «Vete de aquí, que no es tu sitio» La denunciante contó a los agentes que la discusión había empezado cuando los agresores empujaron al joven de color al grito de: «¡Vete de aquí, que este no es tu sitio. Aquí estamos nosotros». La víctima, que se había negado a abandonar la zona, fue golpeada con violencia por todo el cuerpo y, aunque utilizó su cinturón para repeler cada envite con la navaja, acabó perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo, momento que el de la cadena aprovechó para azotarle con ésta en el cuerpo y en la cabeza, mientras el otro le clavaba la navaja por la espalda.

gorrilla recibiendo una propina Los agentes, al ver su estado, mareado y completamente ensangrentado, lo introdujeron en un coche patrulla y lo acercaron a la puerta de urgencias, donde los médicos se hicieron cargo de él. Al parecer, recibió al menos una cuchillada en la parte baja de la espalda que, por fortuna, no reviste gravedad. Los policías averiguaron quiénes eran los presuntos agresores y cuál era su domicilio, así que fueron a la casa y se encontraron con uno de los sospechosos, quien indicó que su compañero de piso y compatriota –ambos son búlgaros y tienen 43 y 27 años– se había ido al Hospital Clínico para que le curaran las heridas sufridas durante la pelea. Los policías detuvieron de inmediato al que estaba en la casa, que fue quien supuestamente le clavó el cuchillo a la víctima por lo que fue acusado de intento de homicidio, y más tarde arrestaron al otro, por un presunto delito de coacciones, en el hospital. Que cuando se vive en la calle, los peligros te acechan por todas partes eso es el pan de cada día raro es que no aparezca alguna noticia sobre algún tipo de agresión tanto física, insultos o humillaciones de cualquier tipo, pero también existe la competencia entre los mismos indigentes por elegir una determinad esquina, puerta de una iglesia o centro comercial, lo mas normal es que el primero que llegue es el que se debería de quedar, pero la ley de la calle es de otra forma por que si un indigente encuentra un sitio libre y se coloca y ve que saca dinero, se hace con el sitio y cree que es suyo en cuanto aparece otro indigente lo echa por que entonces no ganan dinero, lo normal en estos casos es que la cosa no pase de una mera discursion y el que se queda con el sitio es el que se pone todos los días en el mismo sitio, aunque la calle es de todos y todos tenemos derecho a ganarnos la vida como podemos, algunos se creen que la calle es suya y si el sitio o la zona hay varios supermercados estos están controlados por mafias, estas mafias están formadas normalmente por rumanos que ponen a compatriotas (gitanos rumanos) que no es que pidan es que acosan a la gente con sus vasos de plástico y te lo meten por las narices y te dan la tabarra hasta que no les des algo de dinero, y es que si al final del día no han conseguido la cantidad que les exigen son sometidos a tremendas palizas o les dejan dormir en la intemperie en las frías noches o bajo amenazas contra los familiares que tengan en su país de origen,. Son tratados como si fuesen verdaderas bestia duermen hacinados en pequeños cuchitriles, en los que pueden llegar a dormir mas de diez personas en una misma habitación, comiendo sobras o comida caducada o podrida, estos a pesar de ser brutalmente humillados muy raras ves denuncian los echos a la policía por miedo a las mencionadas represiones que puedan tomar estos miserables los cuales viven a cuerpo de rey y visten con las mejores ropas mientras que a los que tienen trabajando para ellos los visten con andrajos para así dar sensación de pena y les den mas dinero, PERO LA VIDA EN LA CALLE ADEMAS DE DURA ES MUY PELIGROSA. BUBÚ