Manuel era un indigente de unos 45 años que todos los días veía durmiendo en su banco situado en las cercanías de la GTA de Quevedo , cuando salia de mi casa todas las mañanas al dirigirme a mi trabajo, bajo sus mantas y embutido en un saco de dormir allí pasaba todas las noches, a la intemperie adherido de frió y calado hasta los huesos por la humedad de las bajas temperaturas que había estado sufriendo durante toda la noche.
Pasaba el resto del día deambulando de un sitio para otro siempre haciendo el mismo recorrido, que iba desde la GTA de QUEVEDO SUBIENDO HASTA LA PLAZA DE IGLESIAS Y SUBIENDO POR LA CALLE DE SANTA ENGRACIA HASTA LA CA CALLE JOSE ABASCAL EN DONDE BAJABA POR LA CALLE DE BRAVO MURILLO HASTA LLEGAR OTRA VEZ A LA GTA DE QUEVEDO, así se pasaba todo el día dando vueltas , buscando en las ceniceros de las papeleras y en los cenicero de los edificio de oficinas colillas para poder fumar.
Munuel nunca pedía dinero a nadie solo se dedicaba a dar vueltas y vueltas y siempre haciendo el mismo recorrido, la gente al verle coger las colillas de las papeleras o de los ceniceros se le acercaban y de vez encunado le daban algunas monedas las cuales Manuel utilizaba para comprarse cerveza barata y de mala calidad en algún supermercado DIA o en algún supermercado en el cual le dejasen entrar, ya que por que por su aspecto desaliñado y sin afeitar enseguida le echaban a la calle por que creían que entraba a robar o sino era vigilado estrechamente por los vigilantes de seguridad para cerciorarse de que no se llevaba nada sin pagar,, muchas veces Manuel cuando iba a pagar en la caja o una amable dependienta le conducía a las cajas de pago rápido para que no estuviese haciendo cola y no molestase con su aspecto al resto de clientes, en otras ocasiones en que le dejaban estar haciendo cola como un cliente más se encontraba con la agradable sorpresa que algún desconocido cliente le decía a la cajera que la botella de cerveza que portaba Manuel en su mano y en la otra llevaba el dinero con que pagar dicha cerveza no se la cobrase y que se se pusiese en su cuenta para cuando él pagase la abonase.
Por las tardes sobre las seis y media o siete de la tarde se acercaba hasta la calle Fuencarral y allí se sentaba tranquilamente en un banco para beberse su cerveza la cual siempre llevaba guardada dentro de una bolsa de plástico para que la policía municipal no se la quitase y se la tirase, nunca tenia problemas con la policía de vez en cuando le pedían la documentado´n pero como se la habían robado una lejana noche unos búlgaros también indigentes que paraban por la zona de TRIBUNAL, solo por hacer la gracia y reírse de él .
Una noche en la que Manuel dormía no en su habitual banco por que hacia un frió de mil demonios, Manuel se había refugiado dentro del pequeño hueco que quedaba en tre el cierre de un establecimiento y la calle y el cual estaba cubierto por una pequeña marquesina, estando tiritando de frío se le acerco una mujer entre cuarenta y cinco o cincuenta años de edad y educamente le dijo a Manuel que si quería un café caliente, Munuel tiritando de frío le contesto que sino le era ninguna molestia que SI, la mujer muy educadamente le dijo que esperase allí mientras iba a una cafetería a por el café; Manuel esperaba acurrucado en el pequeño hueco que le cobijaba sin pensar en lo que le esperaba, y es que mientra la amable señora que le había dicho que le traería un café caliente para que se lo tomase, en esos momentos estaba llamando desde su teléfono móvil al 112 para que una dotación del SAMUR SOCIAL se acercase hasta el lugar y se hiciese cargo de Manuel, la mujer hábilmente escondida espero con el vaso de café hasta que apareció una dotación del SAMUR SOCIAL y en ese preciso instante se acerco con su vaso de café y muy seria le dijo: te he traído el café pero si quieres tomarte este café tienes que irte con estos señores, o de lo contrario te echo el café hirviendo por encima y no te vuelvo a comprar más café aunque te vea que te estas muriendo por que no te voy a volver ni ayudar ni a volver hablarte y diciendo esto la mujer destapo el vaso de café y empezó a volcarlo por encima de la cabeza de Manuel.
Munel viendo la situación se levanta y recogiendo a toda prisa sus cuatro cachivaches se acerco a los miembros del SAMUR SOCIAL los cuales le introdujeron en una furgoneta y lo trasladaron aun albergue perteneciente a la campaña del frío, en dicho albergue Manuel paso toda la campaña del frío y al terminar dicha campaña, por mediación de las trabajadoras sociales del albergue en el que había estado durante toda la campaña y por la mediación de su equipo de calle, Manuel fue trasladado por su comportamiento amble y colaborador y al no ser conflictivo fue llevado hasta el albergue residencia SANTA MARIA DE LA PAZ en San Chinarro, en donde colabora con el grupo de teatro y ahora también colabora en un bonito proyecto que junto con el albergue SANTA MARIA DE LA PAZ y la fundación LUKAS la cual se dedica a prestar ayuda a niños y personas con graves minusvalías físicas y motrices, para que junto con sus padres puedan dar paseos en bicicletas especialmente adaptadas a este tipo de discapacidades y para que los chicos puedan disfrutar de un agradable paseo en bici acompañados por sus padres.
Aunque Manuel tuvo una recaída este verano y se marcho del albergue debido a una pequeña depresión que tuvo, por haber participado en una obra de teatro, y aunque la obra de teatro gusto al publico las constantes burlas y bromas de mal gusto que recibió por parte de sus propios compañeros del grupo de teatro por el personaje que le toco representar, prefirió irse un día sin más sin decir nada a nadie pero, su equipo de calle del SAMUR SOCIAL se entero por donde andaba y que había vuelto otra vez por el barrio fue en su busca y tras encontrarlo le ofrecieron volver otra vez al albergue SANTA MARIA DE LA PAZ, Manuel acepto encanto el volver al albergue y allí esta, aunque sabe que no tardando mucho se trasladaran al nuevo edificio que el albergue esta construyendo y que esta apunto de ser inaugurado, él desde su interior sabe que no va continuar ya que no cumple la edad mínima para poder estar en dicho albergue, pero pese a ello no pierde las esperanzas y colabora en todo lo que le ofrecen ya que se siente muy agradecido por el trato que recibe por parte de todos los trabajadores del centro, y lo que menos le preocupa es el futuro por que prefiere pensar en el día a día y no venirse abajo pase lo que pase, ya que si se tiene que ir a otro sitio siempre llevara en su corazón un pequeño pero grato recuerdo de su estancia en el albergue de SANTA MARIA DE LA PAZ..
Aunque hace cerca de un año que no he vuelto a ver ni a saber nade de Manuel, el indigente que nunca se metio con nadie , que nunca insulto a nadie y que siempre iba con su bolsa al hombro con su inseparable botella de cerveza barata en su interior, le echamos mucho de menos por el barrio y desde lo más profundo de mi corazón y estés en donde estés te deseo que ¡¡¡TENGAS BUENA SUERTE!!!
BUBÚ
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