En un lejano país llamado Añapse , sus habitantes Vivian contentos y felices, tenían grandes cosechas y siempre había trabajo para todos y a nadie aunque fuese extranjero se le negaba ni un puesto de trabajo ni tampoco una casa y mucho menos un buen plato de sopa caliente y un trozo de pan.
El país era reinado por el rey Epilef y su esposa la reina Aicitel,tenían dos hijas llamadas Ronoel y Aifos, y eran dos niñas muy buenas, cariñosas y muy buenas estudiantes, ya que en el colegio siempre sacaban muy buenas notas, por ello sus padres estaban orgullosos de ellas , y como eran tan buenas y bondadosas con todos , todos los habitantes de de este pequeño país las querían mucho.
Pero un buen día llego a Añapse un brujo malvado que se fue a vivir a un lúgubre y sombrió castillo a pocos kilómetros del pequeño y feliz país.El brujo se llamaba Iojar y iba acompañado de su gran y siniestro sequito de malvados servidores, los cuales servían fielmente a su amo y señor el brujo Iojar.
El envidioso y avaricioso brujo Iojar y sus secuaces viendo lo felices que Vivian en el pequeño país vecino idearon un plan para apoderarse de esté, y el brujo preparo un hechizo para con él hacerse con el control del pequeño y rico país, el brujo preparo un brebaje conteniendo el hechizo y mando a sus secuaces a que distribuyesen dicho brebaje entre los habitantes
y lo distribuyesen en todos los ríos y arroyos que lo cruzaban, para cuando todos los habitantes del pequeño país bebiesen de sus aguas quedasen hechizados y con ello el brujo y sus secuaces hacerse con el control del pequeño y hasta entonces hospitalario país.
Al poco tiempo empezaron los efectos del malvado brevaje conteniendo el hechizo que el brujo había preparado y los hasta entonces buenos y bondadosos habitantes del pequeño país empezaron a volverse huraños y avariciosos, los hasta entonces bondadosos prestamistas que Vivian en él se volvieron avariciosos y comenzaron a cobrar abusivos intereses que los ciudadanos no podían pagar y los prestamistas empezaron a echar a la calle a la gente para quedarse con sus casas y luego venderlas a otros prestamistas buitres que a su vez alquilaban las casa compradas cobrando abusivos alquileres.
También los campos empezaron a secarse a consecuencia de una gran sequia producida por los efectos del brebaje que contenía el hechizo y empezaron a secarse y dejaron de dar esplendidas cosechas que hasta entonces daban, lo cual llevo a que muchos agricultores tuviesen que despedir a los que hasta entonces trabajaban en sus campos recogiendo las cosechas, haciendo que con ello subiesen los precios de los alimentos más básicos.
Pronto empezaron aparecer lo que hasta ese momento nunca había ocurrió en tan esplendido país y es que como los campos no producían , los precios de los alimentos eran cada vez más
caros y los ciudadanos que no podían pagar aquellos precios tan altos y que tampoco podían pagar a los usureros tuvieron que empezar a pedir limosna en todas las esquinas, para que los que los más ricos de este pequeño y prospero país les diesen alguna limosna y con las limosnas que estos les daban poder comprar comida y de paso también poder comprar ropa para poder vestirse decentemente.
Mientras la pobreza y la desdicha se cebaban con el pequeño país, el brujo Yojar y sus malvados secuaces se volvían cada vez más avariciosos y codiciosos y cada vez oprimían mas a los habitantes del hasta entonces era un prospero y rico país.
Los habitantes se volvieron oscos y desconfiados y ya no querían que llegasen gentes de otros países o lugares , porque pensaban que si llegaban más a ellos no les llegaría la comida y empezaron a cerrar las puertas a todos aquellos forasteros que llegaban, de otros lugares negándoles cualquier tipo de ayuda.
El rey Epilef preocupado por los tintes que estaba a los que estaba llegando la situación y mando llamar urgentemente a todos sus consejeros y se reunió con ellos.
Tras muchas discursiones y muchas reuniones, llegaron a la conclusión que en otro apartado y lejano país vivía un hechicero y que a lo mejor era consultarle para saber si este hechicero podría ayudarles y darles la solución tan terrible situación.
Decidieron enviar a un emisario de toda confianza del rey y que este le contase al hechicero la terrible situación por la que
estaban atravesando desde la llegada del brujo yojar y sus secuaces.
El emisario partió de inmediato y tras muchos días y noches de viaje, en los cuales el emisario del rey no paro a descansar y tampoco a comer hasta llegar al país en el que vivía el hechicero, él cual escucho con mucha atención y preocupación las noticias que le relato el emisario del rey Epilef. El hechicero consulto ciento de miles de libros de magia y hechizos y tras varios días de laboriosa búsqueda, encontró la solución en un antiquísimo libro de hechizos y embrujos.
La solución estaba en preparar otro brebaje pero para preparar dicho brebaje el emisario del rey tenía que ir hasta un apartado y misterioso bosque en el cual nadie quería entrar por que en dicho bosque habitaban unos terribles monstruos y que y que endicho bosque encontraría una extraña flor que solo florecía cada dos cientos años y que cociendo dicha flor prepararía el antídoto.
El emisario del rey que era muy valiente no lo dudo ni un solo segundo y partió de inmediato hacia dicho bosque, tardo dos días en llegar hasta el bosque y tuvo que enfrentarse con innumerables peligros y luchar con monstruos y dragones de dos cabezas a los cuales venció llegando hasta el lugar en el que el hechicero le dijo que florecía esta extraña flor.
Recogió todas las flores que encontró y se las llevo al hechicero el cual preparo el antídoto contra el hechizo que el brujo Yojar había preparado.
Cuando estuvo listo el antídoto se lo entrego al valiente emisario el cual partió raudo y veloz devuelta a Añapse para que fuese vertido en las aguas de los ríos y arroyos y que cuando los habitantes de Añapse bebiesen de nuevo de sus aguas los efectos del maléfico hechizo desaparecerían al momento, cuando el emisario llego de regreso ha añapse entrego de inmediato al rey el brebaje que había preparado el hechicero y este ordeno de inmediato a sus soldados que vertiesen el antídoto en todos los ríos y arroyos que hubiese en el país cuando los habitantes de Añapse bebieron las aguas con el antídoto se curaron de inmediato y todo empezó a volver a la normalidad, la gente ya no era huraña ni hostil y los campos empezaron a dar abundantes cosechas las cuales fueron recogidas de inmediato y con ellas se prepararon alimentos para todos y así todos los habitantes de Añapse ya no volvieron a pasar hambre ni calamidades.
El brujo Yojar y sus secuaces fueron detenidos y llevados ante el rey, el cual les perdono la vida a cambio de que devolviesen todas las riquezas que habían conseguido y los desterró a una apartada isla con la condición de que nunca más volviesen por Añapse.
Fin
BUBÚ
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