Después de las desafortunadas
declaraciones de la candidata a la alcaldía de Madrid por el Partido Popular
Esperanza Aguirre, en las que decía que si era elegida alcaldesa una de las
primeras medidas que tomaría seria el echar a los indigentes del centro de la
capital, ya que con su presencia molestaban y degradaban la imagen de la capital frente al turismo
extranjero, y que ha llevado a los indigentes a ser portada en todos los medios
de comunicación.
Pues bien el otro día,
leyendo la sección cultural del diario el MUNDO, me encontré con una entrevista
a un ex indigente el cual estuvo viviendo en las calles de Madrid durante dos
largos años.
Se trataba de Juan Antonio, un
hombre de unos 58 años de edad, de constitución menuda y con la raya al lado
contrario de su ideologia (al lado izquierdo),
Mal vive en, una humilde
pensión de la madrileña plaza de Tirso de Molina (en el centro de la capital) muy
repeinado, vistiendo una americana, una corbata de seda y con el pelo teñido de
rubio y un flequillo parecido al del famoso y mítico Titin.
Se queja de que no le
quisieron colocar, dentro de la administración por que se enteraron que no tenía
dinero y decepcionado por cómo se había portado el partido de sus sueños con él, ya que durante tantos años él estuviese dándolo todo por el partido, y ahora que era él que mas
necesitaba de la ayuda del partido este lo dejase tirado, decidió abandonar el
partido, pero a día de hoy todavía a la espera una llamada desde Génova agradeciéndole
todo lo que a echo por el Partido Popular.
La conclusión que yo saco del relato de este hombre es que es un pobre diablo, que a querido dárselas de marques, ante la cúpula del Partido Popular y como si fuese un niño enrabietado por no haber podido meter el cazo, ahora va lloriqueando.
Pero como se le puede ocurrir a este buen hombre semejante idea, a mi no me importa para nada las tendencias políticas que cada uno pueda tener, sea cada cual, pero que se considere defensor a ultranza del Partido Popular y especialmente de Esperanza Aguirre , la cual a dejado a las claras sus intenciones en caso de llegar a ser elegida alcaldesa de Madrid.
Ha este señor le esta bien empleado, lo que le ha pasado, ya que a querido dárselas de marquesito y chupar de la teta, a costa de enchufarse en la cúpula del Partido Popular, para obtener un buen puesto de trabajo.
A este pobre diablo le ha ocurrido como en el cuento de la lechera, en el cual la lechera tenia grandes sueños de grandeza, con el dinero que sacara de vender su leche y que acabaría siendo multimillonaria y viviendo en un lujoso palacio en la Moraleja rodeada de sirvientes y lacayos, y que la cruda realidad se encargo de bajarla a la dura y cruel realidad, al tropezar y caer al suelo rompiéndose el cántaro que llevaba sujeto a su cadera y desparramándose por el suelo toda la leche y con ella todas sus ilusiones.
Y es como como decía aquel, que el habito no hace al monje, o mejor dicho: ¡¡¡AUNQUE EL INDIGENTE SE VISTA DE SEDA, INDIGENTE TE QUEDAS!!!
Y es como como decía aquel, que el habito no hace al monje, o mejor dicho: ¡¡¡AUNQUE EL INDIGENTE SE VISTA DE SEDA, INDIGENTE TE QUEDAS!!!
BUBÚ
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