martes, 5 de mayo de 2015

El cuento de la lechera


Después de las desafortunadas declaraciones de la candidata a la alcaldía de Madrid por el Partido Popular Esperanza Aguirre, en las que decía que si era elegida alcaldesa una de las primeras medidas que tomaría seria el echar a los indigentes del centro de la capital, ya que con su presencia molestaban y degradaban la  imagen de la capital frente al turismo extranjero, y que ha llevado a los indigentes a ser portada en todos los medios de comunicación.
Pues bien el otro día, leyendo la sección cultural del diario el MUNDO, me encontré con una entrevista a un ex indigente el cual estuvo viviendo en las calles de Madrid durante dos largos años.
Se trataba de Juan Antonio, un hombre de unos 58 años de edad, de constitución menuda y con la raya al lado contrario de su ideologia (al lado izquierdo),


Mal vive en, una humilde pensión de la madrileña plaza de Tirso de Molina (en el centro de la capital) muy repeinado, vistiendo una americana, una corbata de seda y con el pelo teñido de rubio y un flequillo parecido al del famoso  y mítico Titin.

 Podría pasar por un cachorro de las Nuevas generaciones del Partido Popular, solo le falta la pulserita con los colores de la bandera Nacional con el escudo del águila.

 Pero lo más llamativo de Juan Antonio es que a pesar de haber estado viviendo en la calle durante dos años ( concretamente a pocos metros de la sede del Partido Popular), este singular indigente se declara abiertamente partidario del Partido Popular y especialmente de Esperanza Aguirre.

 Lo más significativo  y extraño de este hombre que  estuvo durante dos años durmiendo en un banco a pocos metros de la sede del partido Popular y que por las mañanas era voluntario en la sede del partido Popular en el distrito de Moncloa Aravaca, y según cuentan varios de sus afiliados era un voluntario más de los que suele utilizar el partido para hacer tareas de ensobrado de papeletas o rellenar las mesas electorales como apoderados en el País Vasco.

 Por el día se lo pasaba en la sede del partido  y por la noche en un banco a la intemperie a pocos metros de la sede del partido de sus sueños, como las 754 persona que esta pasada campaña del frio quedaron sin una plaza en los albergues que el ayuntamiento de Madrid habilito para dicha campaña y que ahora su idolatrada y adorada Esperanza Aguirre pretende echar de las calles del centro de Madrid, ya que molestan al turismo extranjero con su presencia.

 A pesar de estar viviendo en la calle a pocos metros de la sede del partido en la calle Génova, nunca dijo nada dentro del partido, por miedo y por vergüenza de que sus compañeros le dieran de lado y por qué sentía vergüenza por su condición de indigente, como la que sentía cuando por veía las noches aras de suelo a escasos metros del cuartel general de su formación, usando como colchón unos sucios y mugrientos cartones que encontraba por las inmediaciones, y utilizando como pijama los mismos trajes con los que a la mañana siguiente se presentaría en la sede del partido con los cuales se pavoneaba diciendo que era invitado al club Financiero y que era asiduo del hipódromo de la Zarzuela, al palco del Santiago Bernabeu y que compartía barrera en la plaza de toros de las Ventas con importantes empresarios y políticos con esta argucia quería hacer méritos para que, para que  desde el Partido Popular se dieran cuenta de que estaban tratando con un importante personaje de la aristocracia y no con un mindundi cualquier y que le enchufasen en un buen cargo en la administración, como suelen hacer desde el partido, ya que a  nobles  y personalidades importantes les adjudican buenos puestos de trabajo tanto dentro del partido como en la administración a dedo, y que  lo colocaran en buen puesto , pero para sorpresa de este hombre solo consiguió que se le tomase como un voluntario más.

Se queja de que no le quisieron colocar, dentro de la administración por que se enteraron que no tenía dinero y  decepcionado por cómo se había portado el partido de sus sueños con él, ya que durante tantos años él estuviese dándolo todo por el partido, y ahora que era él que mas necesitaba de la ayuda del partido este lo dejase tirado, decidió abandonar el partido, pero a día de hoy todavía a la espera una llamada desde Génova agradeciéndole todo lo que a echo por el Partido Popular.


La conclusión que yo saco del relato de este hombre es que es un pobre diablo, que a querido dárselas de marques, ante la cúpula del Partido Popular y como si fuese un niño enrabietado por no haber podido meter el cazo, ahora va lloriqueando.

Pero como se le puede ocurrir a este buen hombre semejante idea, a mi no me importa para nada las tendencias políticas que cada uno pueda tener, sea cada cual, pero que se considere defensor a ultranza del Partido Popular y especialmente de Esperanza Aguirre , la cual a dejado a las claras sus intenciones en caso de llegar a ser elegida alcaldesa de Madrid.

Ha este señor le esta bien empleado, lo que le ha pasado, ya que a querido dárselas de marquesito y chupar de la teta, a costa de enchufarse en la cúpula del Partido Popular, para obtener un buen puesto de trabajo.


A este pobre diablo le ha ocurrido como en el cuento de la lechera, en el cual la lechera tenia grandes sueños de grandeza,  con el dinero que sacara de vender su leche y que acabaría siendo multimillonaria y viviendo en un lujoso palacio en la Moraleja rodeada de sirvientes y lacayos, y que la cruda realidad se encargo de  bajarla a la dura y cruel realidad, al tropezar y caer al suelo rompiéndose el cántaro que llevaba sujeto a su cadera y desparramándose por el suelo toda la leche y con ella todas  sus ilusiones.

Y es como como decía aquel, que el habito no hace al monje, o mejor dicho: ¡¡¡AUNQUE EL INDIGENTE SE VISTA DE SEDA, INDIGENTE TE QUEDAS!!!
BUBÚ




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