Hoy cuando he abierto mi correo me he encontrado con la petición de recogida de firmas que hacia una madre para que le concedan el indulto a su hijo, de este tipo de peticiones recibo al día muchísimas pero esta me ha llamado especialmente la atención, ya que si en este país robas, defraudas o evades millones de euros no te pasa nada es más es que no llegas ni a entrar en prisión.
Como en este país más digno llamarle república bananera o dictadura corrupta y encubierta disfrazada de democracia y en pleno siglo XXI en la que nuestros políticos cuando llegan al poder visten americanas de sport compradas en cualquier carrefeur o gran superficie comercial y en muchos casos lampando de hambre, resulta que cuando terminan sus mandatos y ya han conseguido engordar sus cuentas bancarias en lejanos y desconocidos paraísos fiscales lejos de la jurisdicción de nuestra justicia se pegan la vida padre viviendo acosta de lo que nos han robado durante los años que han estado en sus cómodos y confortables despachos los cuales suelen ser mayores que la inmensa mayoría de las viviendas en las que una familia do dos hijos o lo que es lo mismo un piso de tres dormitorios que suelen tener una superficie habitable de algo menos de 60m2, y todavía se quejan estos mamarrachos que lo único para lo que sirven es para darle a la sin hueso y como charlatanes de feria solo se acuerdan de los ciudadanos cuando llegan las elecciones y es entonces cuando a base de talonario contratan a un ejercito de asesores de imagen para que le hagan y cambio de look y les escriban todas las mentiras y chorradas que nos venderán durante la campaña electoral y que como si se tratasen del mismísimo Jesucristo prometiéndonos el milagro de los panes y los peces, pero una vez pasadas las elecciones y ya en sus cómodos sillones otra vez de vuelta se olvidan de quienes les han puesto en esos lujosos despachos y se dedican masar y acumular tranquilamente todos los sobornos que les ofrezcan.
Mi hijo Alejandro cometió un error hace 6 años. Ese error fue comprar bebidas alcohólicas y un batido de chocolate para él (ya que mi hijo no bebe) por un importe de 79,20 €, con una tarjeta que no era suya. Alejandro no sabía que esa tarjeta era falsa.
Por ese error tendrá que entrar en prisión antes de este domingo, 6 años después.
Cuando ocurrió, Alejandro se presentó ante el juez voluntariamente, y estuvo en el calabozo de lunes a viernes, hasta que lo pusieron en libertad provisional. Desde entonces ha estado firmado todos los 1 y 15 de cada mes. Se celebró un juicio rápido y el juez consideró que se trataba de una banda organizada dedicada a clonar tarjetas. Por ello ahora, le condenan a 6 años de cárcel, después de recurrir a la Audiencia Nacional y que le rebajaran la pena inicial de 12 años.
En ese momento él, recién cumplidos los 18 años, sólo conocía a una persona de los integrantes de esa “banda organizada”, al cual consideraba un referente y jamás imaginaba que le iba a engañar de esa manera.
Por la enfermedad de mi marido, Alejandro estuvo ayudándonos económicamente durante un año. Yo estaba parada, y todo el sueldo que él cobraba nos lo daba, a sus 22 años.
Desde aquel día ha estado trabajando, ahora tiene un puesto fijo, una casa con opción a compra y ha encontrado a la mujer de su vida, con la cual lleva viviendo 5 años y depende económicamente del sueldo de Alejandro, ya que es desempleada. Todo lo que ha conseguido hasta ahora lo perdería.
Mi hijo es un hombre reinsertado, sin antecedentes penales y lleva un año esperando un indulto que no llega. ¿Y ahora la justicia le hace pagar por un error que ni siquiera sabía que estaba cometiendo, y con el tiempo ya ha enmendado?
No hay comentarios:
Publicar un comentario