sábado, 27 de agosto de 2016

La misma película pero con dos puntos de vista muy diferente

Hoy os traigo un articulo en el cual os voy a dar a ver como la misma película puede tener dos versiones muy diferentes. 

En la primera versión vamos a ver como una persona puede pasar de tener una vida completamente normal con un trabajo y con medios suficientes para poder subsistir, pero en la segunda versión de esta misma película vais a poder ver la diferencia que existe entre una versión y la otra, ya que en la primera versión vais a comprobar el proceso que va desde que una persona con trabajo y una vida corriente va pasando por diferentes etapas hasta llegar ha acabar viviendo y pidiendo en la calle.



Como podréis apreciar en esta primera fotografía, se trata de un trabajador de la construcción durante un día de trabajo.

En esta segunda toma vemos a esta misma persona haciendo cola en la entrada de una oficina del INEN ya que a perdido su puesto de trabajo.

Pasado un tiempo y después de haber agotado todo tipo de ayudas, como el subsidio por desempleo u otras esta misma persona aparece en las colas de un comedor social para recoger comida y poder comer.

Pasado un tiempo vemos a esta misma persona la cual ya a perdido todas sus esperanzas y nos lo encontramos en la calle pidiendo en cualquier esquina de nuestras ciudades.

Pero ahora vamos a darle la vuelta a esta misma película y veréis que aun siendo las mismas imágenes, la historia cambia totalmente.


Ya que si un indigente quiere volver a reintegrarse en esta sociedad, me podeis vosotros decir como una persona como esta que estáis viendo puede ir a una entrevista de trabajo.
Pongamos que somos un empresario que quiere contratar a una persona y la persona a la que vais a entrevistar se presentase a dicha entrevista con las pintas del indigente de la imagen superior le dariais un puesto de trabajo en vuestra empresa.

La respuesta salta a la vista si yo fuese empresario y se me presentase una persona con las pintas que tiene el indigente de la imagen superior mal vestido con harapos y mal aseado y portando todas sus pertenencias en su carrito d la compra la respuesta seria que le echaría a patadas, sin ni siquiera preocuparme por como a llegado hasta esta situación.

Por eso quiero que mentalmente le deis la vuelta a las imágenes que os he mostrado y podréis ver con vuestros propios ojos lo sumamente difícil que es para un indigente volver a tener una vida lo que se dice normal incluyendo un puesto de trabajo y un lugar propio donde poder vivir.

BUBÚ

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