Un total de 404 personas duermen en la calle en Valencia. Durante
tres noches seguidas del mes de abril, 289 voluntarios salieron a la
calle para hacer un recuento de los sin hogar
que viven en la ciudad. El número resultante casi duplica al de quienes
duermen en albergues y otras instalaciones similares, según concluye Rais Fundación,
organizadora del estudio. La iniciativa forma parte de un programa
europeo que pretende erradicar la existencia de personas sin techo en el
año 2020.
Los datos recogidos por Rais Fundación, que ha incluido entrevistas
con 268 de los sin hogar localizados, reflejan que el 88% son hombres,
tienen de media 46 años y en un 90% de casos duermen habitualmente en la
calle. Uno de cada tres son españoles y el 80%, europeos. Casi la mitad
ha sufrido agresiones. Valencia tiene 787.000 habitantes.
El estudio ha sido presentado en el Ayuntamiento de Valencia, que ha
puesto a disposición del programa, llamado Hábitat, cuatro viviendas. La
Generalitat ha aportado otras cinco. El alcalde Joan Ribó y la vicepresidenta y consejera de Políticas Inclusivas e Igualdad, Mónica Oltra, han participado en el acto. La iniciativa Housing first
—proporcionar una vivienda primero— parte de la premisa de que ofrecer
en primer lugar una casa resulta clave para que los sin techo empiecen a
salir de la situación de exclusión en que se encuentran.
El 24% de los sin techo entrevistados afirman que consumir drogas los
condujo a ser expulsados de un piso o de un programa de alojamiento. Y
que la dependencia dificulta su acceso o permanencia en esa clase de
recursos convencionales.
"Se trata de una realidad terrible que no llega muy a menudo a la
opinión pública. Y que ha permitido conocer de primera mano la situación
de los vecinos más excluidos de la ciudad, la esperanza de vida de los
cuales es de 52 años, casi 30 años por debajo de la media del resto de
ciudadanos", ha afirmado José Manuel Caballol en representación de Rais.
La entidad hace hincapié en que el hecho de que haya tantas personas
viviendas en la calle, aparte de plantear cuestiones éticas, resulta
"caro e ineficiente" para la sociedad. La atención de urgencia por parte
de los servicios públicos y sanitarios cuesta medio millón de euros al
año de promedio, según la fundación.
Estar en la calle se convierte para muchos en un círculo vicioso del
que cada vez resulta más difícil salir. Así lo refleja el análisis del
tiempo que llevan viviendo al raso los sin techo de Valencia. Un 26%
lleva menos de un año. Un 12%, entre uno y dos años. Un 13% entre tres y
cinco años. Y un 46% más de cinco años.
Casi la mitad de quienes viven en la calle ha sufrido algún tipo de
agresión. El 77% carecen de ingreso alguno. El 29% no puede cubrir sus
necesidades básicas. Y el 57% padecen "graves problemas de salud
crónicos". Los dos ejemplos que ofrece la fundación reflejan problemas
de salud física y mental.
La entidad divide a los sin hogar en categorías de vulnerabilidad. El
24% presenta un nivel alto, que según Rais debería implicar una
"intervención prioritaria y alojamiento permanente en el modelo de housing first".
El 57% se halla en un grado de vulnerabilidad medio-alto, que debería
abordarse "desde servicios especializados". Y el 15%, un nivel bajo, que
podría ser atendido desde "servicios sociales generales".
Ribó ha afirmado que el estudio de la fundación sin ánimo de lucro,
que ha agradecido, "debe tener ahora su continuidad en la intervención
de las Administraciones y en una respuesta de ciudad capaz de aportar
soluciones innovadoras para prevenir y ayudar a 404 personas que
requieren una atención urgente".
"Hasta ahora la respuesta del sistema hacía que recayera sobre las
personas sin hogar la responsabilidad de solucionar primero los
problemas que habían causado su situación para poder acceder
posteriormente a una vivienda", ha afirmado la vicepresidenta de la
Generalitat en apoyo del programa de "vivienda primero".
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